SEPTIEMBRE, MES DE CAMBIOS

   Todos necesitamos cambiar para mejorar algunas facetas de nuestra vida: actitudes, pensamientos, hábitos, rutinas, etc., y hay meses más proclives para empezar, normalmente septiembre y enero. Podemos, muchas veces, abordar estos cambios desde diferentes perspectivas, y cuando modificamos un aspecto indirectamente modificamos otros aún sin darnos cuenta.

   El cuerpo físico y el emocional están mucho más relacionados de lo que parece. Fijémonos, por ejemplo, en cómo sentimos nuestro cuerpo cuando vivimos un estado emocional negativo, ya sea miedo, estrés, ira, etc., en qué parte del cuerpo nos duele o sentimos tensión, en cómo es nuestra actitud postural; o al revés, cómo mejoramos cuando estamos más relajados, por ejemplo de vacaciones. Bien, pues si el estado emocional afecta a nuestra alineación y actitud postural y, cuando cambia, lo sentimos en el cuerpo físico, lo mismo ocurre en sentido contrario: con la mejora de nuestra actitud postural podemos modificar nuestro estado emocional (además del mental y el energético). Esto lo puedes comprobar cuando sales de una clase de Pilates. Te sientes mejor, más estable, más móvil, más fuerte y más elongado, pero también tus emociones cambian: más optimismo, menos preocupaciones y mayor serenidad…también, por supuesto, aumenta el nivel energético.

   Con el tiempo, al igual que mejora tu estado físico y actitud postural, también mejora tu forma de ser, porque mejora tu estado emocional y mental. Si tu cuerpo se vuelve más flexible, también puedes sentirte más flexible y tolerante; si tu cuerpo se vuelve más equilibrado y estable, también aumenta tu equilibrio emocional y seguridad en ti mismo; si estás más fuerte corporalmente, estarás más empoderado emocionalmente. Aprender a ejecutar movimientos sin brusquedad nos ayuda a encarar la vida con mayor serenidad y control. Como en Pilates realizamos ejercicios de rangos articulares amplios, esa apertura corporal nos ayuda a abrirnos al mundo, a no tener miedos; como en los ejercicios de Pilates es fundamental la toma de conciencia y concentración en los movimientos y sensaciones que experimentamos de manera individual, no hay lugar para compararse o competir con el compañero. Cada uno da lo mejor que puede en ese momento y avanza a un ritmo propio. Esto, llevado a la esfera mental y emocional,  se refleja en que nos puede ayudar a que en nuestro día a día estemos más centrados en nuestros logros y evoluciones  sin sentir la necesidad de compararnos y competir con los demás.

   ¿Y después de conocer estos otros beneficios del método Pilates de los que, tal vez, todavía no eras consciente…a qué esperas para retomar o iniciarte en las clases de Pilates?

Ruth Fernández Galindo

 

2018-07-07T00:13:36+00:00 junio 17th, 2018|Pilates Profesional|